Este espacio está orientado a personas que tienen una herida que no cierra por largo tiempo y a su acompañante o entorno cuidador. Esperamos entregarle la información necesaria para que aprenda cuál es la causa de las heridas crónicas más comunes y aquellas más peligrosas, cómo actuar frente a una herida y cuáles son las reacciones que puede tener una persona a lo largo de su tratamiento.
Recuerde que cada herida es única en su tipo según la persona que la presenta, su estado de salud y sus hábitos de vida. Nunca improvise y esté siempre atento a los cambios que ocurran en ella, así como a las indicaciones que reciba de su médico y enfermera. Ponga atención a cualquier tipo de herida, por pequeña o insignificante que parezca. Si Ud. es diabético, revise sus pies a diario, con luz natural. Pida ayuda si su visión no es muy buena. Recuerde que en presencia de ésta u otras enfermedades, muchas personas pierden la sensibilidad protectora y si está con alguna herida, no se dan cuenta porque no sienten dolor.
Las heridas son de mayor cuidado si usted es:
Adulto mayor
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Obeso
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Hipertenso
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Diabético
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Fumador
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Bebedor
¿Qué es una Herida?
Es una lesión, intencional o accidental, que puede o no producir pérdida de la continuidad de la piel y/o de la mucosa, lo que activa mecanismos en el organismo destinados a producir la cicatrización y recuperar la funcionalidad cuando se ha perdido.
Las heridas pueden ser simples, que son aquellas que afectan la piel sin ocasionar daño en órganos importantes como los arañazos o cortaduras superficiales; o complejas, que son heridas extensas y profundas con hemorragia abundante, con compromiso de músculos, tendones, nervios, vasos sanguíneos, órganos internos y puede o no presentarse perforación visceral.
¿Cómo se clasifican según su gravedad?
Entre ellas se encuentran las raspaduras, excoriaciones o abrasiones producidas por fricción o roce de la piel con superficies duras. Hay pérdida de epidermis, que es la capa más superficial de la piel, lo que deja expuestas terminaciones nerviosas que hacen que estas heridas sean dolorosas, con hemorragia escasa. Frecuentemente no presentan peligro de infección.
Existen heridas complejas que se hacen crónicas y se demoran más en cicatrizar. Si pasa un mes sin que la herida cicatrice, o sea, que siga en las mismas condiciones iniciales, se considera que se ha convertido en una úlcera o herida crónica.
Entre las heridas complejas o complicadas, existen heridas abiertas, en que la piel está rota y los tejidos quedan expuestos. Son las más susceptibles de contaminarse e infectarse.
¿Cómo se originan las Heridas Complejas o Úlceras?
¿Cómo se originan las Heridas Simples?
Existen diversas formas de herirse; sin embargo, la causa siempre determinará en parte los riesgos de la herida y cómo se debe hacer la curación.
Las más frecuentes son las heridas producidas en el hogar y las causas más frecuentes son:
Son heridas producidas por objetos afilados como latas, vidrios, cuchillos, etc.. Pueden ser superficiales o profundas. Los bordes de la herida generalmente son limpios y lineales, pudiendo o no presentar sangrado.
Si la herida es profunda, sin importar las condiciones del objeto metálico que produzca el corte, la persona herida siempre deberá acudir a un centro asistencial para que se le aplique una vacuna antitetánica. El tétano es una infección que puede producir la muerte.
PRIMEROS AUXILIOS
- Lavar la zona con agua potable fría.
- Si el corte es profundo, puede haber sangrado abundante. En este caso, se debe aplicar presión sobre la herida para detener el sangrado con ayuda de un paño limpio. Si el sangramiento persiste y la herida se ve profunda, lka persona herida debe acudir a un centro asistencial.
- En caso de cortes superficiales con sangrado que se detiene a los pocos minutos, aplicar una venda o gasa no tejida y fijar con tela de rayón.
Son producidas por objetos puntiagudos como clavos, agujas, tornillos, anzuelos o cuchillos. La herida es dolorosa, con sangrado por orificio pequeño. Son las de mayor riesgo porque no se conoce su profundidad y no se sabe si hay órganos internos afectados.
PRIMEROS AUXILIOS
- Lavar la zona con agua potable fría.
- Si la punzada es superficial, producida por un elemento pequeño (sea aguja, tornillo, clavo, anzuelo, tachuela, etc.), extraer el objeto, lavar la zona y aplicar compresión hasta detener el sangrado. Cubrir con algún tipo de venda.
- Si la herida es por punzada con un objeto de tamaño considerable, ya sea cuchillo, trozo de madera o elemento similar, no se debe extraer ya que el daño puede ser mayor al retirarlo, ya que se desconocen los órganos comprometidos. Acudir a un servicio de urgencia.
Son heridas producida por calor, agentes químicos, físicos y electricidad, roce, hielo y sol. Pueden ser muy superficiales (que se presentan con enrojecimiento, dolor intenso, ardor y a veces flictena o ampolla). Si el tamaño de la lesión supera los 10 centímetros, consultar a la brevedad en un centro asistencial. Si la quemadura es más profunda, no produce dolor, su apariencia es blanquecida o grisácea, también se debe consultar en algún servicio de urgencia.
PRIMEROS AUXILIOS
- Lavar la zona con agua corriente limpia y fría durante 15 minutos.
- Humectar la piel con cualquier crema sin aroma, ya que éstas no poseen alcohol que provoca ardor. Lubricar la zona quemada 3 a 4 veces por día.
- Evitar exponerse al sol, ya que ello aumenta el dolor.
- La quemadura debe cambiar de color de enrojecido a café o tono piel. Si la quemadura evoluciona bien y no es grave, la piel dañada se descamará a los pocos días.
- Una vez cicatrizada, aplicar bloqueador solar a diario para evitar que la piel se manche.
Son heridas que dejan una gran separación entre los bordes, tales como aquellas producidas en accidentes industriales o mordeduras de animal o humano. Se observa pérdida considerable de tejido muscular y de piel.
PRIMEROS AUXILIOS
- Lavar la zona con agua limpia.
- Aplicar compresión con ayuda de un paño limpio y húmedo para detener el sangrado.
- Acudir a la brevedad a un servicio de urgencia.
Son heridas causadas por golpes contra objetos romos, como piedras, palos, golpes de puño o con objetos duros. Son dolorosas y presentan hematoma (moretón).
PRIMEROS AUXILIOS
- Lavar la zona con agua fría.
- Con ayuda de un lápiz, remarcar el contorno de la lesión y observar durante 24 horas si la lesión se ha extendido.
Si el golpe o impacto en la cabeza, espalda o cuello ha sido fuerte, estar atento a dolor persistente, jaqueca, mareo o náuseas. Acudir a un centro asistencial si se observan estos síntomas en las primeras horas después de la contusión.